Pedro Poveda, fundador de la Institución Teresiana, creó las residencias para universitarias- Teresiana y Zurbarán- con la idea de reformar y potenciar la educación superior femenina de la Institución Libre de Enseñanza pero sin renunciar a la fe. En 1932, Piedad de la Cierva marchó a Valencia para acabar su carrera y allí se alojó, precisamente, en la Residencia de la Institución Teresiana.

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En 1934, en la Casa de Estudiantes Católicas, promovida por Pedro Poveda, se realizaron reuniones de José María Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei con mujeres, con el fin de volver a contar con ellas en la obra tras la Guerra Civil.