
Piedad de la Cierva junto al resto de investigadores del grupo de Julio Palacios en la entrada del Instituto Nacional de Física y Química, Rockefeller, Madrid, 1936.
La JAE formentó la educación de las mujeres. Les ofreció becas de formación en el extranjero, propició su incorporación a los laboratorios españoles y creó específicamente para ellas residencias con formación y prácticas en laboratorios. El Rockefeller, contó con 35 mujeres que destacaron en las secciones de Espectroscopía y de Química-Física. Además de Piedad, Felisa Martín Bravo o Dorotea Barnés, destacaron por su empleo en el instituto.
Título de doctora de Piedad de la Cierva, 1934.
Archivo de la Universidad Complutense de Madrid, AGUCM 59/99- 41, 3
Su tesis doctoral fue defendida ante un tribunal formado por los físicos y químicos, todos varones: Luis Bermejo, Ángel del Campo, Enrique Moles y Miguel Catalán. Fue calificada con sobresaliente y Premio Extraordinario de doctorado. La publicó en forma de siete artículos en los Anales de la Sociedad Española de Física y Química.
Procedimiento para la fabricación de bloques refractarios aislantes
DE LA CIERVA, Piedad; MUÑOZ TURNES, MªAntonia y ORTIZ DE LANDÁZURI, Guadalupe, Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Oficina Española de Patentes y Marcas. ES-0302751_A, Madrid, 1/08/1964. Fuente: INVENES
Piedad conoció las investigaciones con la cascarilla de arroz para fabricar ladrillos refractarios aislantes, para las calderas de los barcos y para otros hornos. El nuevo director del LYTIEMA se interesó por ello y autorizó a Antonia Muñoz y Guadalupe Ortiz de Landázuri para que fueran sus colaboradoras. El trabajo desarrollado obtuvo el Premio Juan de la Cierva en 1965 y solicitaron la patente del proceso de fabricación.